Me levanto, me lavo la cara y las manos.

Hoy no voy a la escuela. Mi padre me ha dicho que tengo que ayudarle a arar la tierra. Al final más bien he sido yo quien ha arado la tierra, bueno, menos mal que con la ayuda del buey de mi vecino Gadisse,  aunque como pago mañana trabajaré para él.

Me levanto, me lavo la cara y las manos

Llueve, todo el día llueve. Mi padre dice que es bueno para que luego crezca el trigo y el teff,  aunque no entiendo por qué luego no llueve durante meses y meses.

Me gusta la lluvia. Cuando deja un rato de llover corremos, saltando entre las charcas, pisando las charcas, cayéndonos en las charcas.

Me levanto, me lavo la cara y las manos

Mi hermana pequeña tiene fiebre. Me quedo con ella y rezo para que no sea la fiebre que se llevó a mi mamá. Malditos mosquitos, me pregunto cómo unos bichos tan pequeños pueden provocar tanto sufrimiento.

Girmet y Gaba KemisaMe levanto, me lavo la cara y las manos

Hoy me voy con mi padre al mercado de Liban. Compartimos burro y carreta con nuestro vecino Obsar, ¡menos mal!. Llevamos poca leña para vender,  pero esperamos comprar el berbere que este año no hemos podido cultivar.

Al volver, mi padre se queda bebiendo areke en una de las casa con bote en el palo. Cuando regresa a casa,  en lugar de volver contento, muchas veces nos grita. Al menos no nos pega y a veces pienso que el areque es lo único que le hace feliz en la vida, porque a nosotros mucho caso no nos hace. En ocasiones también lo comprendo,  pero a la vez sé que tengo que hacer algo para que mis hermanos y yo tengamos una vida diferente.

Me levanto, me lavo la cara y las manos

Me encuentro con mi amigo Adera. Está contento y me cuenta que en una pelea con una hiena anoche salió victorioso. Siempre me cuenta cosas que me fascinan, a veces pienso que son historias que se inventa, pero no me importa, me gusta sentarme bajo la acacia con él cuando el sol aconseja una sombra, me gusta mirar la luna en su compañía cuando cae la noche.

Me levanto, me lavo la cara y las manos

Hoy estoy triste. Mi hermana mayor Kasaye a la que tanto quiero se va a Holeta a vivir. Ha conseguido un trabajo en un bar de la carretera de Nekemte. Dice que yo ya soy mayor y puedo cuidar de mis tres hermanitos. No confía en que lo haga mi padre, espera que lo haga yo aunque tengo 12 años…o eso creo.

Me levanto, me lavo la cara y las manos

Me voy a la escuela y hoy creo que va a ser un gran día. Me encantaría poder algún día ser maestra y trabajar en el colegio de Bacho Walmara. Me gusta escuchar al maestro Asneggen, sobre todo cuando nos habla de otros países aunque también sobretodo cuando nos cuenta la historia de nuestro país, la historia de Etiopía. Me encantaría conocer otros lugares de Etiopía. Me haría feliz que todos los niños un día me llamaran señorita Girmet.

Después de la escuela y antes de volver a casa tras la el colegio, en ocasiones juego con mis amigas al volley, cuando no llueve, cuando tenemos balón. Vaya saltos que damos, vayas risas que echamos.

Me levanto, me lavo la cara y las manos

Estoy contenta. Mis dos hermanitos Darajie y Alemu ya se levantan y se lavan la cara ellos solos, incluso Alemu ha comenzado a preparar el café, que además le encanta.

Ahora sólo tengo que cargar con Tigist, quien me acompaña a todos los sitios, me hace compañía cuando voy a por agua, aunque para cargar con los bidones preferiría no tener que llevarla a mi espalda.

Me levanto, me lavo la cara y las manos

Estoy preocupada. Llevo dos meses sin sangrar. Pienso en mi amigo Adera… y también en mis hermanos pequeños.

Texto e imagen de Francisco Carrión.

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