Las imágenes de los inmigrantes muertos en los últimos días vuelve a golpearnos. Vuelve a remover lo que, por desgracia, tantas veces se nos olvida.

Muchas personas, todos los días, en los últimos años; mueren cada día intentando buscar un futuro, una esperanza, un mundo mejor.

No podemos, ni queremos mirar hacia otro lado.

Es necesario que alcemos la voz, que nos pongamos en su piel, que abramos los ojos y el corazón y sobre todo que no miremos hacia otro lado.

N0 vale quedarnos “en la pena” por las imágenes, hay que ir más allá.

Necesitamos hacer una reflexión profunda que nos ayude a llevar a cabo un trabajo de base, una concienciación de la sociedad.

La indiferencia, las prisas en la vida diaria, la vorágine en la que estamos inmersos; debe dar paso a una actitud más comprometida.

En nuestras manos tenemos que las cosas cambien, o al menos que no nos acostumbremos a este tipo de noticias, que se nos mueva el alma, que gritemos muy alto…

Abay además de denunciar lo que ocurre, quiere dar un paso más, quiere poner su grano de arena para lograr el cambio.

Apostamos por la educación. La base de un futuro mejor está en nuestros niños y jóvenes. Ahora toca educar también aquí.

Crear en nuestra infancia la inquietud de saber qué hay detrás de cada historia, echar abajo las tan arraigadas ideas de que los inmigrantes “nos quitan”, poner la semilla del conocimiento, del respeto, del amor por los hombres sin importar su condición, sean del color que sean, vengan de donde vengan.

Desde Abay, con los hermanamiento, con las charlas de sensibilización… queremos llegar a todos. Explicar al mundo que tenemos mucho que aprender y sobre todo mucho que recibir de aquellos que aparentemente no tienen nada.