De nuevo nos referimos a «los círculos de Abay» y en esta ocasión porque acabamos de cerrar otro que nos ha hecho especial ilusión.

Abay nació bajo la luz de un iPhone y de las manos de un grupo de voluntarios que hace ahora tres años estaban en Gaba Kemisa.

Momentos interminables de un parto terriblemente complicado hicieron pensar lo peor hasta que se consumó el parto y varios minutos después rompió a llorar con un llanto que gritaba que Abay tendría larga vida.

Los padres decidieron ponerle el nombre de Abay.

Nació en el puesto de salud que habíamos construido en Gaba Kemisa gracias a la ayuda de Infancia Solidaria; hace unas semana nos comunicaron que era uno de los seleccionados por el comité local para empezar en nuestra aula canguro de tres años y esta semana quedaba propuesto para asignación dentro de nuestro programa de apadrinamiento escolar.

Esperamos seguir cerrando círculos con Abay.. y con Tigist, Sena, Ashu, Beyisa…

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