…y ya son siete… de este milenio.

Ni más ni menos.

Qué deprisa pasa el tiempo,

amarrarlo quisiéramos,

pero veloz y decidido.

 

Hemos hecho muchas cosas juntos,

contigo más nos quedan por hacer,

durante cada minuto, cada segundo

de este nuevo año,

 

Toma nuestra mano,

sigamos adelante,

que nuestros pasos,

alentadores y seguros,

tracen un nuevo camino,

sin piedras ni barro,

por el que los pies de los corazones de Walmara

puedan caminar,

libres y sin obstáculos.

 

Un nuevo año de ilusiones,

de intenciones,

de mucho trabajo,

pero sobre todo, …de pasión;

para que rían más,

para que corran más,

para que sueñen más.

 

Sigamos contando en Walmara, tú y yo, nosotros y vosotros,

no nos paremos, sigamos;

este año y el siguiente; y el otro y el de más adelante,

fuertes y sin complejos,

hasta dónde sus vidas nos lleven,

sin importar, tropezar o caernos,

que entre nosotros nos levantaremos.

 

Queremos y deseamos que este año nuevo

seamos un poquito más negros,

nuestro pelo sea más rizado,

y nuestros pies caminen descalzos.

 

Melkam Addis Amet – Baga Wagga Haaraa

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Etiopía conserva todavía el calendario Juliano según el cual el año consta de doce meses de treinta días y un mes de cinco o seis días si el año es bisiesto. Además, el calendario etíope lleva ocho años de retraso respecto al Gregoriano de enero a Septiembre y siete años entre septiembre y enero.

El Año Nuevo en Etiopía es el once o el doce de septiembre según el año sea o no bisiesto, por lo que el próximo jueves en Etiopía se celebrará la llegada del año 2007 con el inicio del mes de Meskerem. Meskerem se considera un mes de transición del año viejo al nuevo, un tiempo para expresar las esperanzas y sueños para el futuro. El día de Año Nuevo (Addis Amet) es celebrado con los etíopes con cantos, bailes, intercambio de regalos, reparto de alimentos y comidas tradicionales y por supuesto con mucha alegría. Por otro lado, el nuevo año llega a Etiopía justo después de la temporada de lluvias cuando la belleza de la naturaleza puede admirarse en su mayor esplendor, las tierras altas se cubren de margaritas Meskal de intenso color amarillo y se inicia la época de cosechas, momento asociado siempre a fiestas y celebraciones. Tradicionalmente se cree que es la fecha que señala el fin del diluvio de Noe.

melkam

El día de Año Nuevo se denomina Enkutatash que significa “regalo de joyas”. El origen de esta festividad está relacionado con el regreso de la Reina de Saba a Etiopía tras su visita al Rey Salomón en Jerusalén, puesto que según cuenta la tradición fue recibida con abundantes joyas.

La celebración se inicia en la víspera de Año Nuevo, cuando los hombres encienden antorchas de hojas secas (chibó) delante de las casas para ahuyentar la mala suerte y atraer un buen año. Al mismo tiempo, las niñas recogen margaritas amarillas para sus madres. Al día siguiente, muy temprano, se acude a la iglesia con ropa tradicional etíope. Después de la iglesia la familia se reúne para comer injera y wat (estofado). Las niñas van de casa en casa cantando canciones de Año Nuevo y los niños venden imágenes que ellos mismos han dibujado. Por la noche las familias visitan a sus amigos y comparte Tella, la cerveza tradicional etíope. En Etiopía, la celebración religiosa más importante tiene lugar en la iglesia Kostete Yohannes en la región de Gondar. Durante tres días seguidos se puede disfrutar de los sonidos de salmos, oraciones y cantos así como contemplar coloridos los desfiles de bienvenida al Año Nuevo. También hay una gran celebración en la iglesia Bagual, en el monte Entoto cerca de Addis Abeba.