El objetivo general del proyecto es contribuir al entendimiento básico de la agricultura intensiva y variabilidad de cultivos que se podrán utilizar en la región para así mejorar la producción agrícola y ayudar a salir paso a paso de la agricultura de subsistencia tradicional.
El objetivo específico es enseñar en la escuela prácticas agrícolas a los alumnos, que en su mayoría, son hijos de agricultores que cursan sus estudios escolares. Con ello, se logrará que los alumnos lleven a sus casas los nuevos conocimientos adquiridos y los agricultores puedan ver y aprender las prácticas agrícolas que pueden emplear en sus terrenos.
La zona de Bacho Walmara es una región agrícola donde alrededor del 98% de la población vive de las actividades que se derivan de la producción agrícola y ganadera. El desarrollo de este proyecto es de un valor incalculable ya que serán beneficiadas más de 33383 personas que residen alrededor de la escuela.
El proyecto, con una duración inicial de 3 años y renovable en dependencia al cumplimento de los objetivos, se enmarca dentro del plan estratégico del país, basado en la educación y la lucha para búsqueda de autosuficiencia de producción agrícola. Para el cumplimiento de los objetivos propuestos se trabaja en colaboración con el Ministerio de Agricultura.
El personal técnico del Ministerio colaborará en la transferencia de conocimientos, experiencia y tecnologías apropiadas. Se organizarán visitas de los agricultores a la escuela para que vean las parcelas de ensayo y de demostración, esperando que después lleven a cabo las prácticas aprendidas en sus fincas de producción particulare.
En las 2 hectáreas disponibles y cedidas para este fin, por la Escuela Pública de Bacho Walmara y el gobierno local se instalarán parcelas de ensayo y de demostración, donde los alumnos desarrollan actividades agrícolas. En el mismo, aprenderán técnicas básicas de agricultura intensiva y variabilidad de cultivos. Con ello, también se pretende aportar un nuevo conocimiento a la población y en especial a los agricultores de la zona, donde podrán ver las distintas técnicas empleadas.
La práctica de agricultura intensiva, que busca el aprovechamiento máximo del terreno disponible, aportará la búsqueda de un número adecuado de plantas por hectárea con mayor producción por surco dejando la siembra tradicional a voleo, que conlleva a mayor competencia y por ello, un menor rendimiento.
En este proyecto también se incluye la diversidad y la variabilidad de cultivos. Con esta práctica se pretende reducir el agotamiento de los terrenos por monocultivo. Esto se traduce en la consiguiente mejora de la calidad productiva y mayor rendimiento por hectárea. Con esta practica, además de lograr la conservación de la fertilidad del suelo, se reduce el coste de productos químicos por la resistencia biológica a plagas y enfermedades y tolerancia ante las adversidades climáticas.
En los cultivos anuales, para lograr la variabilidad de las especies se utilizaran hortalizas, cereales, leguminosas y raíces y tubérculos. Mientras que en la plantación perene se usara mayormente frutales que se pueden intercalar con leguminosas para mejorar de la fertilidad del suelo, raíces y tubérculos para un mejor aprovechamiento y productividad del terreno.
Con las demostraciones que se realizarán en la parcela, se espera que los estudiantes tengan un complemento educativo, además de entender las actividades diarias de sus familias. Se pretende también, poner a la vista las innovaciones agrícolas existentes. Es decir, las prácticas nuevas y los resultados estarán a la vista de los alumnos y de los agricultores. Con ello, se brindarán una formación técnica a los alumnos y, a los agricultores, se le ofrece la oportunidad de implementar métodos nuevos.
Con la práctica de todas estas actividades, se pretende enseñar la buena práctica agrícola en torno a la producción alimentaria, seguridad, calidad alimentaria y sostenibilidad ambiental de la agricultura en un mundo cambiante y globalizador.
Los cultivos elegidos para este proyecto tienen una gran importancia ya que son fuente de alimentación y generan recursos económicos para los agricultores. Por otra parte, la practica de agricultura de subsistencia, conlleva al consumo de una dieta desequilibrada y poco variada, ya que generalmente los agricultores etíopes consumen lo que producen. Por ello, con esta practica de variabilidad de cultivo, aparte de convertirse en una fuente de enseñanza de practicas de labores de labranza necesarias para hacer producción variada en pequeñas parcelas y se pretende demostrar in situ la importancia de la producción y de una dieta equilibrad.
En una primera fase de implantación del proyecto, se establece la plantación de media hectárea que será trabajada por mujeres contratadas tras ser seleccionadas por el Comité social constituido por Abay y se pretende que la producción vaya destinada a la sostenibilidad de la alimentación de los proyectos de Abay como la Escuela Canguro.
