Bachu es una de las niñas apadrinadas en Abay, fue una de las primeras debido a su especial situación de vulnerabilidad. Discapacitada cognitiva de 9 años que vivía sola con su padre de 74 años.
El informe social señalaba:
“ La niña no atiende bien y no actúa como los demás niños de su edad . No está bien asistida ya que esta sucia con la ropa muy vieja, rota y sucia. Su alimentación, es escasa, sólo comen garbanzos. EL padre nos explica que no puede cocinar ya que no hay una mujer en casa tras la muerte de su madre. Tiene hermanos mayores pero se marcharon. Su vivienda está casi derruida, con las paredes llena de agujeros y el techo igual y además por dentro está lleno de plantas y excrementos de animales. Es una vivienda inhabitable, por eso se van a casa de los vecinos a dormir. No tiene pensado hacerse otra casa ya que no tiene dinero para ello”.
El programa de apadrinamiento ha cambiado algunas cosas en su vida:
– Con el dinero recibido el padre pudo encargar la construcción de una nueva casa (Abay adelantó el dinero que luego fue descontado del aportado por el apadrinamiento). La casa, aunque sigue siendo muy humilde, tiene ahora el tejado metálico, lo que les permite resguardarse de la lluvia en esta época.
– Bachu realiza ahora tres comidas diarias según nos cuenta su hermana Talile de 15 años, que ha vuelto a vivir con su hermana pequeña gracias a que ahora su padre puede mantenerla.
– La llegada de su hermana es sin duda una gran noticia, supone que Bachu tendrá en ella a una perfecta cuidadora. Hablamos además con el director del colegio de Bacho para que Talile inicie su escolarización.
– Bachu iniciará a final de mes su escolarización en la Escuela Canguro de Abay, donde se integrará con el resto de niños que aunque de menor edad tienen una edad mental similar.
Bachu se merece estos cambios y muchos más.
