Aster tiene 5 años y desde los 3 es una de nuestras «canguritas» de Walmara.
Hace unos días tuvo la mala suerte de ser mordida por un perro sospechosos de tener rabia. En Etiopía, como podéis imaginar, no llevan collar, no van atados y no se vacunan. Alarmados por las noticias que nos llegaban ordenamos su traslado de inmediato a Addis. Después de revisión hospitalaria y analítica completa, Aster está en observación en casa ISA porque el posible periodo de incubación es largo y queremos asegurarnos de que no ha habido contagio, que sería extremadamente peligroso. Contactamos con el Instituto Pasteur donde prescribieron la vacunación antirrábica que será administrada en varias dosis este mes por nuestra enfermera.
La situación se complicaba cuando conocimos que la madre dejaba solos en Walmara a sus dos hermanos pequeños, por lo que tras las valoraciones de nuestro Coordinador en Gaba, decidimos también su estancia este mes en la casa ISA, hasta solucionar su cuidado por otras personas. La familia está dentro del programa de apadrinamiento porque la madre tiene una discapacidad que le impide trabajar, no obstante esa «mordedura» nos ha hecho conocer una situación mucho más precaria que trataremos de mejorar.
Tras pasar la noche al amparo de unos vecinos, los hermanos de Aster fueron llevados a nuestro Centro en Gaba y de ahí a la casa ISA en Addis Abeba.
Esta mañana los tres hermanos jugaban en la ludoteca de la casa con el resto de beneficiarios del proyecto.
