La semana pasada conocimos al pequeño Qanna, de Dillu, una de las aldeas de Gaba Kemisa, Walmara. A punto de cumplir 4 años, en la exploración médica pudimos comprobar, aunque era algo bastante evidente, que se encontraba en estado de desnutrición. Al preguntar a su madre si tenía algún problema de salud, dijo que no, que simplemente lo que no tenían era comida, que Qanna comía bien, pero lo que no tenían comida que darle.
Qannaa fue incluido ese mismo día en el servicio de comedor que Abay da en la escuela canturo. También fueron incluidos ese mismo día, Tigist, Ashetu, Lammaa, Birhanu y Alemetu.. todos ellos con desnutrición. Además del variado menú que servimos en nuestro centro, estos pequeños se suman a los que ya estaban recibiendo suplemento alimenticio, mediante cereales y leches de continuación.
En Abay apostamos por la educación como elemento principal de desarrollo, pero sabemos que para asistir a la escuela, y más todavía cuando pequeños como Qannaa caminan hasta 7 kilómetros a diario para acudir al Centro Abay, los niños deben estar correctamente alimentados y por eso ofrecemos desayuno, comida y cuando se precisa un suplemento nutritivo.
Días después, cuando desde Gaba Kamisa nos dirigíamos a Dillu para recabar información sobre la escuela y visitar a apadrinados nos cruzamos con Qanna, iba solo, adelantado de su madre unos metros.. sonriendo.. Wondu, el director de la escuela de Bacho, le preguntó: ¿donde vas solo? a lo que respondio “a comer a la casa de los farenjis”.
En unas semanas Qannaa comenzará en nueva escuela que Abay está construyendo en Gaba Kemisa.. pronto, cuando nos crucemos con él, dirá “voy a la escuela”.
