En nuestra estancia en Walmara pudimos seguir «articulando» el programa de apadrinamiento iniciado en el mes de octubre por Abay.
Con satisfacción pudimos ver que la mayoría de niños apadrinados habían mejorado sus condiciones de vida, pero comprobamos que el trabajo es complejo, como podíamos esperar, pues todavía vimos que algunos de los niños no presentaban mejores condiciones de higiene y salubridad tras el inicio de la ayuda.

En la visita a familias insistimos en la necedidad de cumplir con lo pactado e incluso en algún caso planteamos si no se cumplían los objetivos establecidos la retirada de la ayuda, inicialmente de forma parcial, destinando una parte a la compra de utensilios de higiene, material escolar u otras necesidades.

El comienzo de la actividad en el Aula Canguro determinó también la mejora esperada en los niños apadrinados o hermanos que asisten a la misma.

En reunión con los maestros de la escuela de Bacho Walmara (quienes habían sido los primeros en solicitarnos el inicio del programa) planteamos que sean ellos quienes nos informen de la escolarización de los niños de las familias apadrinadas y también de su correcta higiene y cuidados básicos.

Wondu, director del colegio, visita el aula canguro

 Nuestro enfermero será el encargado de supervisar el cumplimiento de calendario vacunal y otras necesidades en salud.

Días después nos reunimos en Servicios Sociales del Distrito (Holeta) y planteando los déficits apreciados se ofrecieron a organizar una reunión con las familias para «sensibilizarlos»; nos pareció interesante y además de aprovechar para enseñarles el aula canguro les emplazamos para la actividad propuesta.

Representantes del departamento de servicios sociales toman nota sobre el funcionamiento del Aula Canguro

Nos comentaron que consideraban que en lugar de entregar el dinero, al menos en los casos de incumplimiento, podíamos entregar la ayuda «en especias».. comprando el material, etc. Era algo que habíamos hablado en Abay, habíamos hablado de que si no se cumplia inicialmente en lugar de suspender la aportación económica, al valorar el no buen uso del dinero, podríamos establecer destinar al menos parte del dinero en comprar lo que se considerara necesario…zapatillas si iban descalzos.. ropa si se apreciaba que no tenían… material escolar o arreglos en la vivienda.

Reunidas las familias en el módulo social de nuestro centro, tres representantes de Servicios sociales vinieron a Gaba Kemisa y dieron la charlan planteada, en la que insistieron en que tenían que cumplir los objetivos planteados por Abay.

Hablamos de reunir a las familias con cierta cadencia para reiterar la necesidad de cumplir el programa y también para realizar talleres o charlas de diversa índole (por ejemplo charlas de salud por el enfermero, sobre la escolarización por maestros y cuidadores…sobre algún tema de interés por voluntarios, etc).

 Las familias recibieron cartas, fotografías y regalos de sus padrinos

En posteriores visitas comenzamos con el programa de mejoras para el mejor uso el dinero, estableciendo en algún caso la distribución del dinero (adelantado ante la urgencia) para la reparación de la vivienda.

El techo de una de las viviendas de los niños apadrinados

 Esperamos que los niños apadrinados y sus familias tengan muchas «noches buenas» en sus «pesebres» de Walmara.

 Tenemos actualmente 20 niños apadrinados, esperamos tu ayuda para seguir incrementando el número de familias beneficiarias.