Esta mañana leía en el blog de Mediterranea las dificultades que estaban teniendo en una de sus múltiples y acertadas acciones; los obstáculos con los que se encuentran a la hora de continuar la construcción y gestión su estupenda escuela de Abugida, y pensaba en los problemas que nosotros en Abay estamos teniendo para conseguir que las aulas de la escuela de Bacho Walmara tenga pupitres para el nuevo curso escolar. En el caso de Mediterránea son problemas de índole religioso y en nuestro caso está siendo lo que en tantas ocasiones paraliza actuaciones de ONGs en Etiopía, la avaricia de unos pocos. Hace unos meses destinamos un dinero para la compra de material destinado a la dotación de un centro , pues bien, nuestra ONG contraparte se encuentra con que algunos intermediarios receptores de la donación solicitan dietas por reunirse con ellos para valorar presupuestos, establecer nuevas necesidades..etc, claro, todo ello retrasa la consecución de los objetivos pues nuestra contraparte se niega a ello, pues eso supone alimentar el dinero fácil, la corrupción.
La actuación en Etiopía es compleja, es fácil caer en corruptelas, utilizar intermediarios que aparentemente facilitan los trámites, caer en la tentación de hacer las cosas fáciles y rápidas, pero el resultado es que se mueva mucho la cuerda y al final nos caigamos. Si tenemos que cruzar la cuerda más despacio para llegar al otro lado, pues iremos más despacio.
La participación de las ONGs pro-Etiopía, andará continuamente en la cuerda floja…
