obama_libro

Cuando Barack Obama dijo esto a sus padres por primera vez,     supongo que pensarían que era prácticamente  imposible que este deseo se cumpliera. Lo mismo pensaría yo si mi hija blanca me dijera algo así ahora, no porque no la vea capaz de llegar a serlo, como seguramente les pasó a los padres de Obama, sino porque ser presidente de un país es difícil, muy difícil. Y no digamos ser presidenta. Y ni os cuento pensar en un presidente negro hace 40 años en Estados Unidos.

Hoy es un día histórico para el mundo, pero sobre todo para la raza negra. La raza de los hijos (presentes y futuros) de quienes formamos la Asociación Abay. Hoy no se ha cumplido sólo el sueño de Martin Luther King, ni el del niño Obama, sino que se han hecho realidad millones y millones de sueños de millones y millones de personas de todo el mundo. Ojalá que de verdad la vida de toda la humanidad mejore a partir de aquí. Parece un reto demasiado ambicioso, aunque, como dicen por ahí: «Nothing impossible». Enhorabuena.