Día 22/04/2013. Después de muchas horas de vuelo, 1 día de viaje y 3 años de espera, llegamos a Addis.

Salimos de la terminal del aeropuerto, donde nos esperaba el guía para llevarnos al hotel. Cargamos el equipaje en una furgoneta que nos serviría de transporte durante nuestra estancia, y comenzamos a ver a través de las ventanillas, simplemente lo que se podía ver en los arcenes de las carreteras de la Capital. Sin haber pasado 5 minutos,  Maytuca dice a su madre:

— ¡¡ Mamá, tengo que traer más huchas a Etiopía !!

La primera frase de asombro de una niña de 9 años que llega a un mundo desconocido para ella, y toda una declaración de personalidad.

Tres años antes, comenzó a meter sus primeras monedas en una hucha, para los niños pobres de Africa.

Sin título

Tres años después, han pasado muchos días y han sido muchas las tentaciones de poder gastar el

dinero en mil cosas … pero eligió el esfuerzo del ahorro y el gusto por la generosidad.

cuentatrassss

En medio de esos tres años, contagió la emoción de la solidaridad a otros muchos que la rodeaban: padres, hermano, familia, amigos, …

Cuando su hermano Héctor (7 años), se te pone delante con una hucha en una mano, en la otra un cartel de Ayuda para Etiopía con la frase “un poco es mucho”, y unos ojos redondos y abiertos como los dibujos animados japoneses, parece imposible no arrascarse el bolsillo.

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Oír cómo tus hijos te cuentan que en el Cole, una niña pequeña se ha encontrado una moneda de 10 céntimos, y se la ha dado a ellos para la hucha, no tiene precio.

Oír como personas adultas proclaman a los cuatro vientos que las ONGs son una suerte de reunión de pillastres oportunistas, no merece más que desprecio, sobre todo cuando una familia como la mía comprueba in situ, el resultado del trabajo y esfuerzo de tantas personas de aquí y de allí.

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Gracias a todas las personas que nos ayudaron, nuestros amigos y familiares que aportaron sus huchas personales y a Gema (farmacia de Maliaño, Cantabria) que aportó tantos medicamentos…, y que a pesar del servicio inmenso que van a hacer allí, al llegar, resultaron tan insuficientes…

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Los 2.681,77 € que entregamos a Abay, y las aportaciones que sigamos consiguiendo, no van a solucionar el problema de África, ni el de Walmara, ni tan siquiera el de unas pocas familias a medio plazo, pero si puedo decir que las enseñanzas recogidas durante este tiempo son un valioso tesoro para nuestra familia.

Sinulo

Corresponde ahora a cada parte de la sociedad capitalizar sus riquezas.

Abay lo está haciendo y la Familia Velasco Gómez también.

 

Mayte, Héctor y Fasika Velasco Gómez

Mayte Gómez Fernández

José Alberto Velasco García