Debritu vive en un poblado al sur de Etiopia perteneciente a Humbo Woreda en Wolaita Zone. Es madre de cinco hijos y esta viuda desde hace un tiempo, no sabe exactamente desde cuando, pero a ella le parece que ha pasado mucho tiempo porque han sido unas cuantas cosechas sin su esposo. Tampoco sabe su edad, los “ farenjis” (extranjeros) le calculan que cuarentaytantos, aunque para ella eso no tiene importancia.

Lo importante es poder alimentar a su familia día a día, viven de trabajar sus tierras cultivando principalmente cereal y maíz y cuidando el ganado.

Estos días está especialmente contenta porque se acerca la festividad de “la Gena”, La Navidad para la iglesia ortodoxa etiope, que se celebra el día 29 del mes Tajisas o Tahsas de su calendario , el calendario juliano, fecha equivalente al 7 de enero en el calendario gregoriano.

Debritu y su familia, cumplen con la tradición del ayuno en Adviento, y en esos días preparan el cuerpo y el alma para la Navidad, se alimentan exclusivamente de verduras, legumbres y cereales y acuden con frecuencia a la iglesia a recitar salmos y oraciones.

Los sacerdotes les contaron que  ya los profetas del Antiguo testamento anunciaban la llegada de Jesus, como Isaias 9:6 : “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz; lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino”.

La víspera de la Gena, van a la iglesia bien entrada la noche a celebrar junto al resto del poblado el nacimiento de Jesucristo. Dan gracias a Dios porque cumplió su palabra de que su hijo nacería 5500 años después de la creación del mundo.
Se visten para la ocasión con sus ropas blancas tradicionales, vestidos adornados con coloridas franjas y pañuelos que les cubre la cabeza; al entrar a la iglesia se descalzan, hombres y niños a un lado, mujeres y niñas a otro, y una vez dentro todos juntos hacen una procesión muy especial, en la que sacerdotes, diáconos y fieles cantan con fervor los canticos que narran el nacimiento de Jesus, son cantos tradicionales que datan del siglo VI compuestos por el Santo etiope Yared.
Debritu y su pueblo la viven con alegría y solemnidad, los canticos van acompañados de los sonidos del sistro y el kebero, que son instrumentos de percusión, el primero se asemeja a un sonajero y el segundo es una especia de tambor doble. Las nubes de incienso y las palmas acompasadas crean una atmosfera que a Debritu siempre le emociona.

El día siguiente rompen el ayuno y celebran la Navidad con una comida especial que comparten con sus vecinos y familiares.
Su hijo mayor matara un par de pollos para preparar el “doro wat”, un estofado de pollo, que servirá junto a la “injera”, torta de pan de harina de teff y beberán “tella”, la cerveza casera que ella misma prepara a base de maíz o cebada.
Se juntaran a comer en casa de su hermana Tigist, que vive al lado, ella preparara el cordero y el Tej, vino de miel.

Los jóvenes y niños de la casa pasan el día de Navidad entre juegos y canticos por el poblado. Los mayores practican el “Gena”, un juego que se parece al hockey porque se juega con unos bastones de madera acabados en curva con el que golpean a un hueso de rodilla de cordero preparado como pelota, hacen dos equipos y gana el que mete mas goles al contrario.

Debritu ha mandado a sus hijas pequeñas a la iglesia con dos fuentes de comida, se siente afortunada por poder comer carne en un día como ese y le gusta compartirla con personas necesitadas que ese día se acerca a la Iglesia.

" A la salida de una iglesia en Addis Abeba"

» A la salida de una iglesia en Addis Abeba»

Se siente afortunada de tener a su familia reunida entorno a la mesa y da gracias a Dios por ello.

¡MELKAM GENA!

Texto e imagen de Elena Ruiz de Azua»

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