Te soñé. 

 Nuestra vida comenzó mucho antes de que ni siquiera existieras. Mucho antes de que nuestro mundo llegara a ser perfecto… y yo te soñé. 

 Fué una noche como otra cualquiera, una más en la desesperante espera. Pero por la mañana me levanté totalmente diferente, esperanzada y feliz porque esa noche mi subconsciente había volado hasta Etiopía, hasta tí.

 Soñé que estábamos en Etiopía, en tu orfanato, y que las cuidadoras sólo hacían que enseñarnos preciosos bebés… Y de repente te ví, escondido entre las piernas de una cuidadora, agarradito a sus faldas. Y no eras niña, ni bebé, ni siquiera era un “pequeñajo”. Eras un hombrecito que me miraba con curiosidad preguntándose: quién será esa “farenji”. Y en ese momento descubrí que era TU, eras mi hijo… y yo te soñé.

 Al poco tiempo nos llamaron, ufff… la gran llamada. Y nos dijeron que éramos papás de un niño de casi 7 años. Aún se me pone la piel de gallina al recordarlo. En el trabajo, atendiedo a unos cliente y me llama mi marido y me dice, somos padres, un niño!!! Yo no sabía si reir o llorar, estaba pletórica y creo que crecí un par de centímetros porque sentía que volaba.

  Luego ese sueño se cumplió, viniste de la mano de tu cuidador, y al ver tus ojos supe que eras mi niño, aquel que me miró en mis sueños y me aceptó como su madre.

 Ahora te tenemos con nosotros y sabemos que nuestro mundo es perfecto. Incluso con sus imperfecciones. Ya no sueño, la vida de padres sólo deja tiempo para dormir. Pero qué me importa si yo te soñé.

* Este relato va dedicado a todos lo que soñamos con esos niños no tan niños que nos llenan la vida y hacen que sea perfecta.

Texto y fotografías: Mª del Valle Menor Navarro 

 Si te ha gustado, deja un comentario en positivo en el apartado ”Comentarios” . El recuento de número de estos comentarios será la forma de otorgar los premios.

* Bases del concurso y relatos ya publicados