Este año los monstruos han llegado a Etiopia, y han llegado para quedarse.

Y esperemos que estos monstruos lleguen a muchos de los niños de nuestro centro en Walmara porque estos monstruos van a hacer que sus caras se iluminen como solo los juguetes hacen emocionarse a un niño.

El momento de encontrarse con un juguete con el que inventar miles de historias, con el que soñar que eres un astronauta, un jinete o una princesa, un juguete con el que compartir aventuras con tus amigos, ese momento de ver en la sonrisa de unos y de otros que la vida puede ser un poco más amable y mucho más divertida.

Este año queremos invitaros de nuevo a ver la sonrisa amplia de los niños, cuando desde aquí se les envie ese juguete que irá acompañado de una nueva historia y de una oportunidad de jugar como lo hacen todos los niños…. Pero también queremos invitaros a sentir la emoción de los que materializan esa ilusión, la emoción de aquellos que entre telas e hilos están creando los monstruos, las muñecas, los bebés y las pelotas que acompañarán a los niños de nuestros proyectos educativos en sus momentos de juego, en el Taller textil de Walmara.

Por ello, os proponemos ser partícipes de esta nueva campaña del amigo invisible, de esta nueva oportunidad de sentirse parte de ese momento y vivir en primera persona la ilusión de tener un nuevo juguete que enviar a un niño que soñara, jugará y se emocionará como todos los niños del mundo.

 Porque los niños son los reyes.