…Decir Etiopía me trasportaba a los lejanos aparejado el de su emperador Haile Selassie y corredores fondistas que ganaban los marathones en las Olimpiadas y poco mas. Sabia que era un país tercermundista, situado por el cuerno de África y en el que la miseria, el hambre etc. se apoderaban de sus pobladores. Nunca pensé que ese país, transcurridos unos años, fuera tan importante en nuestras vidas al irrumpir en ellas un niño etiope.

Tengo que decir que al principio fui un poco escéptico con el tema de la adopción por parte de mis hijos. ¿Que llevaba a dos personas a adoptar un niño, con todo lo que esto conlleva, teniendo en cuenta que ellos podían tener sus propios hijos como de hecho tienen uno precioso?

Sin embargo llego el día en que se confirmo que iban a ser padres de un niño etíope. Había que hacer las maletas, llenar las alforjas de ilusión y, sobre todo, tener la plena certeza, sin ningún atisbo de duda, que lo que iban a hacer es lo que querían hacer: darle amor, ilusión y vida a un niño que no tuvo la suerte de nacer en un mundo mejor. En definitiva, hacer feliz a un niño.

Y empieza la parte más apasionante como es ir a buscar a ese niño. Estar 20 días en Addis Abeba que, aunque fueran con toda la ilusión del mundo, supongo se le harían eternos con juicios, visita al orfanato etc pero con esa recompensa final que ya habita en nuestros corazones.
A nosotros aquí esos días se nos hicieron muy largos, sin embargo ellos desde Etiopía nos transmitían ilusión y alegría a través de modernos medios de comunicación.

Y llego el día de conocerlo. Su llegada al aeropuerto fue emocionante, pues de trataba de dar la bienvenida a este mundo nuestro de un niño que de no ser por estas dos personas valientes, su vida había sido totalmente distinta. Como si supiera que su vida estaba empezando a cambiar, nos miraba a todos, nos observaba con esos grandes y preciosos ojos que tiene y lo pasábamos de brazos en brazos comenzando a disfrutarlo desde ese mismo momento.

Hoy en día, con solo unos meses entre nosotros, ya nos ha ganado a todos y es parte importante en nuestras vidas, hecho este que aun nos hace valorar mas ese paso generoso, desinteresado, valiente y lleno de amor dado por nuestros hijos.

En un mundo de egoísmo y feroz consumismo, tengo que admirar a esas personas que son capaces, no de dar lo que les sobra sino de compartir lo que tienen . En ese grupo de personas están mis hijos.

Que Dios los bendiga.

20130209-102341.jpg

Texto e imágen de ANTONIO SÁNCHEZ

*Si te ha gustado, deja un comentario en positivo en el apartado ”Comentarios” . El recuento de número de estos comentarios será la forma de otorgar los premios.

Bases del concurso y relatos publicados