Te cuento Etiopía

El sueño de Kokebe

El sueño de Kokebe Kokebe soñó con un enorme pájaro plateado. Más grande que el mayor de los buitres que siempre la rondaban en círculos, pacientes, crueles, implacables como el Sol arrasador. El pájaro plateado era tan grande que sus largas alas dibujaban líneas de esperanza en el cielo. Su familia le había hablado de todos los animales que existían en su tierra, Etiopía, las bestias domésticas y las salvajes, las serpientes que se arrastran, las moscas y las aves, pero nunca nadie había Leer más →

El guerrero del Donga

El guerrero del Donga Me llamo Melic, tengo diecisiete años, y me hayo tumbado en el suelo, tengo frío, presiento que estos son mis últimos minutos de vida, oigo voces, pero no puedo entender muy bien lo que dicen, no veo nada, cierro los ojos. Días antes, me encontraba recogiendo la última cosecha de la tierra del valle de Omo, me sentía feliz y lleno de vida, pronto me encaminaría a conseguir mi gran sueño, en pocos días, me convertiría en el mejor guerrero Leer más →

Café y palomitas

Café y palomitas Este cuento dura lo que dura la ceremonia del café. Quiere ser pausado, aromático, oscuro como los rostros más bellos y entretenido como una reunión de amigos. Imposible pegar ojo. La lámpara no se enciende porque ha vuelto a haber un apagón. Es una de esas noches en las que las imágenes del día han espantado al sueño. La manta no es suficiente y la sensación es de fresco. Me gustaría levantarme y tomar algo caliente… y es entonces cuando Leer más →

Etiopía – Concurso de relatos «Te cuento Etiopía»

Etiopía –  Concurso de relatos «Te cuento Etiopía» Un grito subía por su seca y polvorienta garganta, buscando con desesperación un hueco por dónde salir, pero  no lo encontró. Un sollozo se ahogó antes de ver la luz. Su boca estaba sellada. Dirigió, sus ojos de niño al infinito, en busca de una mirada de comprensión. A nadie encontró y aquella  mirada se perdió para siempre. La tristeza hizo nido en su corazón. Una lágrima intentó asomarse al exterior, pero se secó antes de sentir el frescor de Leer más →

El lago

El lago Es época de mieses; los aldeanos se defienden de las razzias pajariles haciendo furibundos aspavientos, sin dejar de segar o aventar el teff; el cereal autóctono.  Voy en busca del último espejismo del desierto.  Tras dos días de viaje llego a la depresión danakil.   A la entrada al Parque Nacional del lago Assel merodea un nativo; tiene mucho de gato abisinio: pelo afro, enjuto, pura fibra; la djembia, la daga que ostenta ceñida a sus redaños, acentúa su estirpe Leer más →

El primer día del resto de mi vida

El primer día del resto de mi vida Desperté sobresaltada y miré a mi alrededor temiendo encontrar una serpiente, o una tarántula. Respiré aliviada, el ruido que me había despertado  no era dentro de mi habitación, lo sentía  sobre mi cabeza , algo así como un murmullo de pasos livianos y metálicos que avanzaban  sobre el techo a intervalos. Eran las 6 de la mañana, pero la luz y el calor se filtraban ya   impacientes por las rendijas de la cortina. Cerré de nuevo los ojos tratando de Leer más →

La intención

La intención La tribu se componía de doce casas, los tejados estaban hechos con cactus y otro tipo de vegetación propia del clima seco, los días en los que las escasas lluvias hacían acto de presencia Gadise salía de su cabaña para arreglar el tejado pero por lo demás, mantenía su rutina. Por las mañanas limpiaba lo poco que tenían, madrugaba para ir al pozo de agua más cercano donde extraía agua para después volver apresuradamente y dársela a sus hijos en Leer más →

Verde

Verde Eshetu decidió que fuera mi hermano Wende quien heredase sus cafetos porque vio en él el mismo amor por la Naturaleza que alejó de su Italia natal a nuestro abuelo Badoglio. Cuando mi padre nos pedía ayuda para recoger las cerezas rojas de café, Wende ya estaba preparado junto a la puerta, con el cuévano de mimbre bajo su brazo y el retal de camisa, que empleaba como toalla para secar el sudor, alrededor de su cuello. En la faena, Leer más →
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